En esta comedia de ''El perro del hortelano'' aparecen tres pretendientes de Diana que son: el marqués Ricardo, el conde Federico y al final de la comedia su secretario Teodoro.
El conde Ludovico, que piensa que su hijo murió hace unos veinte años en Malta, es engañado por Tristán haciéndole creer que su hijo es el secretario Teodoro, como se muestra en el siguiente fragmento:
Tristán. Mi padre, señor, en Grecia
Ludovico. Camilo, el alma me altera.
Tristán. Aficionado al rapaz,
Tristán. ¡Qué bien entra!
El marqués Ricardo, el cual era un hombre poderoso, estaba muy enamorado de Diana como se muestra en este fragmento de la comedia:
Ricardo. Quien sabe de mi amor y deseo
el fin honesto, a este favor me obliga.
A vuestros deudos inclinados veo
para que en lo tratado se prosiga;
solo falta, señora, vuestro acuerdo,
porque sin él las esperanzas pierdo.
Aunque en algunas escenas de esta comedia Diana piensa que el marqués está un poco loco, se decide por él antes que por el conde Federico, aunque luego lo rechaza.
Por otro lado, el conde Federico, que es primo de Diana, también siente cierto amor por ésta. Sin embargo, Diana piensa que es un poco necio y no le otorga apenas posibilidades. Su criado se llama Leonido.
El tercer pretendiente que aparece al final de la comedia es su secretario Teodoro, por el cual Diana siente celos al ver su relación con su criada Marcela.
El conde y el marqués, al ver que Diana se decide por fin por el tercer pretendiente Teodoro, tras una serie de indecisiones, deciden contratar a Tristán para que mate a Teodoro a cambio de cientos y cientos de escudos.
Sin embargo, Tristán fiel a su amigo Teodoro, decide contárselo y así evitar su muerte. Aquí es cuando aparece el personaje de ''El conde Ludovico'', el cual es utilizado por Tristán para intentar que Teodoro se case con Diana.
El conde Ludovico, que piensa que su hijo murió hace unos veinte años en Malta, es engañado por Tristán haciéndole creer que su hijo es el secretario Teodoro, como se muestra en el siguiente fragmento:
Tristán. Mi padre, señor, en Grecia
fue mercader, y en su trato
el de más ganancia era
comprar y vender esclavos,
y ansí, en la feria de Azteclias,
compró un niño, el más hermoso
que vio la naturaleza,
por testigo del poder
que le dio el cielo en la tierra.
Vendíanle algunos turcos,
entre otro gente bien puesta,
a una galera de Malta
que las de un bajá turquescas
prendió en a Chafalonia.
Ludovico. Camilo, el alma me altera.
Tristán. Aficionado al rapaz,
compróle y llevóle a Armenia,
donde se crió conmigo
y una hermana.
Ludovico. Amigo, espera,
Ludovico. Amigo, espera,
espera, que me traspasas
las entrañas.
Tristán. ¡Qué bien entra!
Ludovico. ¿Cómo se llamaba?
Tristán. Teodoro.
Con esto, Tristán quiere conseguir que Teodoro y Diana se casen, al pertenecer los dos al rango de la nobleza.
Al final de la comedia, Diana sabe el engaño de Tristán, aunque ésta ya se ha decidido por Teodoro y no quiere echar marcha atrás. Así se evita la muerte de Teodoro de parte de sus antiguos pretendientes y Diana y Teodoro contraen matrimonio.
Carlos Raya y Francisco Gómez (1ºC)
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