martes, 4 de febrero de 2014

Venecia, 1999. Plaza Mayor. Catorce minutos para las campanadas de Noche Vieja…

… Fría y nublosa noche en la que un sombrero cae ensangrentado al húmedo suelo.
Sombrero caro!– gritaba un hombre feo, con ojos llorosos de felicidad al haberle casi tocado “la lotería” encontrando el sombrero. Lo primero en lo que se fijó ese hombre fue en la etiqueta: Sirvé Manjón. Era un sombrero colombiano, caro, hermoso y elegante. El viejo hombre cogió el sombrero y corrió a casa sin saber los problemas que podrían surgir en ese momento…..

Suenan las campanadas mientras que el hombre cruza el centro comercial Venecia Jom París. Un disparo pone alerta a miles de personas, que reunidas en sus casas, ven retrasmitidas las imágenes con viejas y estropeadas cámaras. Se inicia entonces un tiroteo hasta que el director, estupefacto, grita la típica palabra para que pare una escena: “¡corten!”
Todos estaban cansados del interminable rodaje. Interminable se le hacía a todos, pero esta película daría millones de dólares al director y al productor, convirtiéndose en los más ricos del mundo… pero había cierto problema: Standley, un cámara, era en realidad un terrorista disfrazado buscado por la Interpol, ya encarcelado varias veces. Se dedicaba a robar, matar, volar todo lo que fuera posible o estuviera a su alcance.

Algo pasaba, la policía ya sabía su plan: volar el estudio con él dentro, pero nuevamente había otro “pero”…esto no era real, era un sueño que soñaba un niño siendo una liosa historia que nunca acabará jamás hasta que el niño despierte….
Todo esto lo pensaba una mujer de ojos castaños para incluirlo en su codiciado y visitado blog. Pero esto no termina aquí, porque nada de esto es real, ya que la verdad es que la persona que inventó esta historia es una mente llena de curiosidades y ganas de escribir.

Francisco Guzmán Ruiz (2º ESO B)

No hay comentarios:

Publicar un comentario