martes, 28 de enero de 2020

EL MISTERIO Y LO SOBRENATURAL EN LAS LEYENDAS DE BÉQUER

Las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, están caracterizada por la unión entre lo explicable y lo inexplicable. Esta característica es muy importante para Bécquer ya que hace que en sus leyendas todo sea posible.
Un ejemplo en el que se puede apreciar lo sobrenatural es en "El Monte de las Ánimas" en la que podemos destacar el momento en el que un cazador que se extravió por el monte la noche de Ánimas y antes de morir pudo contar lo que vio esa noche.
Las campanas doblan, la oración ha sonado en San Juan del Duero, las ánimas del monte comenzarán ahora a levantar sus amarillentos cráneos de entre las malezas que cubren sus fosas… ¡Las ánimas! Cuya sola vista puede helar de horror la sangre del más valiente, tornar sus cabellos blancos o arrebatarle en el torbellino de su fantástica carrera como una hoja que arrastra el viento sin que sepa a dónde.
Además, se puede apreciar en distintos momentos de esta obra el misterio. Uno de esos momentos es cuando para dar comienzo a esta historia se dice:
Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando sentía crujir los cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío
Para continuar, Gustavo Adolfo Bécquer, al hacer sus obras se ayuda de la realidad como bien se explica en el principio, y esta realidad es muy importante ya que hace que se asemejen la realidad y lo sobrenatural y este enlace provoca  plantearse al lector la posibilidad de la existencia de elementos fantásticos. 
Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies en los esqueletos
En el párrafo anterior se puede apreciar la alianza entre lo real y lo surrealista. Ya que es un elemento fantástico que los muertos se levanten y corran como en una cacería pero al mismo tiempo es real que los ciervos braman, los lobos aúllan y las culebras silban.
En "Maese Pérez, el organista" el mayor componente de misterio es en el momento en el que el organista muere. Debido a que, tras la muerte nada es conocido de forma exacta por el ser humano.
En esta historia, la parte fundamental de lo sobrenatural se encuentra en el siguiente fragmento, este es el momento en el que después de la muerte de Maese Pérez su hija vuelve por la noche para intentar practicar para la misa del día siguiente.
Vi un hombre que en silencio y vuelto de espaldas hacia el sitio en que yo estaba recorría con una mano las teclas del órgano mientras tocaba con la otra a sus registros… y el órgano sonaba, pero sonaba de una manera indescriptible. Cada una de sus notas parecía un sollozo ahogado dentro del tubo de metal, que vibraba con aire comprimido en su hueco, y reproducía el tono sordo, casi imperceptible, pero justo.
Y el reloj de la catedral continuaba dando la hora y el hombre aquél proseguía dando la hora  recorriendo las teclas. Yo oía hasta su respiración.
El hombre aquél había vuelto la cara y me había mirado…; digo mal, no me había mirado, porque era ciego…. ¡Era mi padre!
Al mismo tiempo, en el párrafo anterior también hay una importante muestra de misterio y es en el momento en el que la hija describe el momento y los sonidos que se apreciaban.
Y el reloj de la catedral continuaba dando la hora y el hombre aquél proseguía dando la hora  recorriendo las teclas. Yo oía hasta su respiración.
Además, en esta leyenda se aprecia un tipo de creencia que no se aprecia en el resto de leyendas, y esta creencia es en dios, la virgen María y el resto de los santos. Ya que en diversos momentos de esta leyenda se pueden aprecia expresiones de creyentes como por ejemplo:
-Rezad un Paternóster y un Ave María al Arcángel San Miguel
-Percibe el espíritu.
También hay otro fragmento relativo al misterio que tal vez sea más importante que el anterior. En este fragmento, la joven hija intentaba creer que ella no era la única que veía al órgano sonar solo.
-¡Miradle! ¡Miradle!---decía la joven fijando sus desencajados ojos en banquillo, de donde se había levantado asombrada para agarrarse con sus manos convulsas al barandal de la tribuna.
El órgano estaba solo, y, no obstante, el órgano seguía sonando.
Por último voy a explicar "El Rayo de Luna". En esta obra destaca más que en el resto la presencia de elementos fantásticos y misteriosos. Manrique, a lo largo de la historia está constantemente en un mundo irreal, es su imaginación. Esto, se aprecia en lo siguiente:
Creía que entre las roja ascuas del hogar habitaban espíritus del fuego de mil colores, que corrían como insectos de oro a lo largo de los troncos encendido, o danzaban en una luminosa ronda de chispas en la cúspide de las llamas, y se pasaba las horas muertas sentado en un escabel junto a la alta chimenea gótica, inmóvil y con los ojos fijos en la lumbre.
Creía que en el fondo de las ondas del río, entre los musgos de la fuente y los vapores del lago, vivían unas mujeres misteriosas, hadas, sílfides u ondinas, que exhalaban lamentos y suspiros, o cantaban y se reían en el monótono rumor del agua, rumor que oían en silencio intentando traducirlo.
Y como le decía uno de sus escuderos al joven Manrique:
¿Por qué no despertáis de ese letargo?
Marta Hurtado Martínez   4ºA

El tiempo en las Leyendas de Bécquer


Como hemos leído, en las leyendas de Bécquer el tiempo se pude dar de varias maneras: horas ( 1,2,3…), tramo del día (de noche, de día….) y épocas (en el siglo….).



En "EL MONTE DE LAS ÁNIMAS" un cazador pasa la noche de difuntos atrapado en el monte. Ve cosas terroríficas como esqueletos, muertos, etc.

"La noche se acerca", "así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz, una noche de insomnio y de terrores", "cuando llega la noche", "la media noche", "a la mañana".

En "MAESE PÉREZ, EL ORGANISTA" Maese Pérez muere, dos años después en una misa el órgano empieza a tocar solo, se dice que es su espíritu. Este relato también tiene una parte terrorífica.

"Hace una porción de años", "hasta nuestros días", "dentro de media hora", "esta noche", "años anteriores", "me pareció un siglo".

En "EL RAYO DE LUNA" Manrique (un poeta) se enamora de una mujer y resulta que es el rayo de la luna.

"La noche", "en aquellas largas noches de poético insomnio", "nocturnas excursiones", "dos meses", "noche y día", "hasta que amanece".


Como conclusión, las leyendas de Bécquer tienen una naturaleza oscura en la que el personaje le tiene miedo a la noche, y todas las cosas malas se dan en la noche.

María Troya Díaz 4ºA

El tiempo en las Leyendas de Bécquer


EL TIEMPO EN LAS LEYENDAS DE BÉCQUER

El tiempo en las Leyendas de Bécquer se puede tener en cuenta de dos formas diferentes, ya que en esta leyenda puede ser utilizado como tiempo atmosférico y tiempo en cuanto horario o duración de determinada situación. Esto lo podemos ver reflejado en la leyenda "El Monte de las Ánimas" en el comienzo de esta leyenda se puede apreciar uno de los ejemplos.

La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora.

Algunas veces volvía la cabeza con miedo cuando sentía crujir los cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío de la noche.

En esta leyenda el tiempo transmite pesimismo ya que el tiempo siempre era frío y las horas se pasaban lentamente debido a la noche en vela provocada por el miedo.

La noche se acerca, es día de Todos los Santos. Dentro de poco sonará la oración en los templarios, y las ánimas de los difuntos comenzarán a tañer su campana en la capilla del monte.
-Aún no hace un año que has venido a este país, refrena tu yegua, yo también pondré la mía al paso, y mientras dure el camino te contaré esa historia. Los cazadores que cazaban por manía realizaron una gran batida en el coto a pesar de las severas prohibiciones de los clérigos, la expedición se llevó a cabo. no se acordaron de ella las fieras;antes la tendrían presentes tantas madres como arrastraron sendos lutos por sus hijos. Por último, intervino la autoridad del rey y el monte se declaró abandonado. Desde entonces ocurren sucesos inexplicables, y por eso quiero salir de él antes que cierre la noche. Dice alonso a su prima.
Estos llegaron al palacio de los Condes y ya ambos guardaban hacía rato un profundo silencio.
-Pronto vamos a separarnos tal vez para siempre, dice Alonso a su prima rompiendo ese largo silencio. Presiento que no tardaré en perderte, Alonso quiso darle algo de recuerdo para cuando se separasen.
Pero Beatriz dijo. -solo se aceptan regalos en ceremonias.
Por lo tanto ese día si se aceptaban ya que era el día de los Santos.
Beatriz le dijo a Alonso. -¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy a la cacería, y que por no sé que emblema de su color me dijiste que era la divisa de tu alma?Pues se a perdido en el monte y tenía pensado darte eso como recuerdo.
-Otra noche volaría por esa banda, sin embargo esta noche...esta noche tengo miedo. Las ánimas del monte comenzarán ahora a salir de sus fosas. Dice Alfonso a su prima con tristeza.
-¡Ir al monte por semejante friolera! Y cuajado el camino de lobos. Dice Beatriz con una segunda intención.
-Adiós Beatriz, adiós...Hasta pronto.
A los pocos minutos se escuchó trotar un caballo, el sonido se iba debilitando hasta que se desvaneció por último, el aire zumbaba. Había pasado una hora, dos, tres; la media noche y Alonso no volvía, cuando en menos de una hora pudiera haberlo hecho.
Beatriz, asustada por los ruidos de la noche, el viento gemía en los vidrios de la ventana y del balcón. Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche para ella pareció eterna. Después de una noche de insomnio y de terrores, a Beatriz le parecía hermosa la luz del día. Sus servidores llegaron a la mañana para anunciarle la muerte de su primogénito de Alcudiel. A otro día antes de morir un cazador pudo contar lo que viera, refirió cosas horribles. 

En esta leyenda la historia parece muy real pero con puntos de fantasía, al igual que la leyenda de "Maese Pérez, el organista" aunque se diferencia en una cosa y es que solo el tiempo es utilizado como fantasía, al contrario de lo que sucede en El Monte de las Ánimas. 

Esperaba que comenzase la Misa del Gallo, después de oírla, aguardé impaciente que comenzara la ceremonia. - ¿En qué consiste que el órgano de Maese Pérez suena ahora tan mal? - Se cayó a pedazos, de puro viejo, hace una porción de años. Contestó la vieja. Aquel que baja en este momento de su litera para dar la mano a esa otra señora, es el marqués de Moscoso. Se dice que antes de poner sus ojos sobre esta dama había pedido en matrimonio a la hija de de un opulento señor.
(No hay justicia para los pobres y estas lo son). - Ya comienzan los golpes...¡Vecina! ¡vecina! Aquí... antes que cierren las puertas. Pero, ¡calle! ¿Qué es eso? ¿Aún no ha comenzado cuando lo dejan?
¿Qué resplandor es aquel?...¡Hachas encendidas! ¡Literas! Es el señor arzobispo...

- La Virgen Santísima del Amparo, a quien invocaba ahora mismo con el pensamiento, lo trae en mi ayuda.
Maese Pérez era ciego y una vez le preguntaron que cuanto daría por recuperar su vista a lo que el respondió. 
 - Mucho pero no tanto como creéis, porque tengo esperanzas. 
 - ¿Esperanzas de ver? 
 - Sí, y muy pronto, ya cuento setenta y seis años; por muy larga que se mi vida, pronto veré a Dios... 
 - Siempre toca bien, siempre; pero en semejante noche como esta es un prodigio... Él tiene una gran devoción por esta ceremonia de la Misa del Gallo, y cuando levanta la Sagrada Forma, al punto y hora de las doce, que es cuando vino al mundo Nuestro Señor Jesucristo... las voces de su órgano son voces de ángeles...
- En fin, ¿para que tengo que ponderarle lo que esta noche oirá. Era la hora de que comenzase la misa. Transcurrieron, sin embargo, algunos minutos sin que el celebrante apareciese. Unos de los familiares dijo el motivo de la ausencia de Maese Pérez. 
 - Maese Pérez se ha puesto malo, muy malo, y será imposible que asista esta noche a la misa.
Las personas asistidas a tal día empezaron a murmullar y a impacientarse. A esto que aparece Maese Pérez, pálido y desencajado. - no- había dicho- ésta es la última, lo conozco, lo conozco, y no quiero morir sin visitar mi órgano, y esta noche sobre todo, la Nochebuena.
En aquel momento sonaban las doce en el reloj de la catedral. Maese Pérez comenzó a tocar el órgano.
De pronto el sonido se debilita y suena el grito de una mujer. Maese Pérez había muerto. Tras pasar un año...
En memoria de Maese Pérez un organista decidió tocar por él, en la Misa del Gallo, las notas sonaban traídas en ráfagas de viento.
Había transcurrido un año más, y la hija de Maese Pérez se encontraba en catedral. 
- Sonaba una hora no sé cuál, vi a un hombre tocar las teclas. Yo oía hasta su respiración. Sentía en mi cuerpo con un frío glacial, y en mis sienes, fuego... Entonces quise gritar pero no pude. Relata la hija. La misa va a comenzar y ya esperan con impaciencia los fieles. Comenzó la misa y prosiguió sin que ocurriese nada de notable hasta que llegó la consagración. En aquel momento sonó el órgano, y al mismo tiempo que el órgano un grito de la hija de Maese Pérez...
En mi opinión esta leyenda la definiría como leal a su corazón, ya que Maese Pérez hasta en su últimos momentos de vida decide dedicarlos a lo que más ama (su órgano).

Al igual que en la leyenda... "El Rayo de Luna" Manrique se enamora de una mujer cuyo aspecto es irreconocible ya que solo se puede ver mediante los rayos de luz de la luna. En esta leyenda muchos de los lectores pueden pensar que Manrique pierde el tiempo buscando a la mujer ya que podría ser imaginaria. Sin embargo yo pienso que lo aprovechó porque fue fiel a sus sentimientos y aprovechó su tiempo a lo que realmente le motivaba que era ella, aunque finalmente no la haya encontrado y no haya podido estar con ella como a él le hubiese gustado, por lo menos aprovechó el tiempo en lugar a como lo estaba desperdiciando antes; contando las estrellas del cielo, acurrucado en una piedra, es decir, haciendo que el tiempo pasara, hasta que llegó ella.


Marina Guindo Galindo 4ºB

Los personajes femeninos en las Leyendas de Bécquer

En las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer podemos apreciar cómo los distintos personajes femeninos que aparecen tienen todos rasgos en común, algunos son la belleza de la propia mujer y su juventud.

Cada personaje tiene una personalidad muy marcada dando así el punto de vista que tiene el escritor acerca de las mujeres. 
Tras la lectura de estas leyendas, he llegado a la conclusión de que Bécquer piensa que somos muy complejas y muy diferentes unas de las otras.

Por ejemplo, en la leyenda de "El Monte de las Ánimas" la protagonista de la historia, Beatriz, es hermosa y joven, sobre todo ante la opinión crítica de su primo:

... Beatriz seguía con los ojos, absorta en un vago pensamiento, los caprichos de la llama. Alonso miraba el reflejo de la hoguera chispear en las azules pupilas de Beatriz.
...
- Hermosa prima - exclamó al fin Alonso...


Aunque, tras la hermosura y la juventud de Beatriz, ella es una mujer fría, caprichosa, manipuladora  a la hora de aprovecharse del cariño que le tiene su primo Alonso, además de ser una persona egoísta y egocéntrica.

Beatriz hizo un gesto de fría indeferencia; todo un carácter de mujer se reveló en aquella desdeñosa contracción de sus delgados labios.
...
- ¡Alonso! ¡Alonso!  dijo ésta, volviendose con rapidez; pero cuando quiso o aparentó querer detenerlo, el joven había desaparecido.

Sin embargo, en la leyenda de "Maese Pérez, el Organista" distinguimos como personaje principal femenino, la hija de Maese Pérez, que es una joven talentosa que tras la pérdida de su padre en la misa de Nochebuena se convirtió en una persona más miedosa si cabe y que se une a un convento. 


- Tengo ... miedo - exclamó la joven con un acento profundamente conmovido.
...
... La hija de maese Pérez abrió con mano temblorosa la puerta de la tribuna para sentarse en el banquillo del órgano, y comenzó la Misa. Comenzó la Misa y prosiguó sin que ocurriese nada de notable hasta que llegó la consagración. En aquel momento sonó el órgano, y al mismo tiempo que el órgano un grito de la hija de maese Pérez...

Aunque cabe destacar que hay personajes femeninos secundarios como Doña Baltasara, la demandera y la abadesa del convento de Santa Inés.


En Sevilla, en el mismo atrio de Sana Inés, y mientras esperaba a la Misa del Gallo, oí esta traición a una demandera del convento.
...
- Buenas novhes, mi señora doña Baltasara...
...
Había transcurrido un año más. La abadesa del convento de Santa Inés y la hija de maese Pérez hablaron en voz baja, medio ocultas entre las sombras del coro de la iglesia...

Por último, nos encontramos con el personaje femenino principal en la leyenda de "El Rayo de Luna" que aunque solo fuese eso, un rayo de Luna, logró cautivar y enseñar al proganista principal, Manrique, una nueva forma de ver la vida. En la leyenda como es común en Bécquer, define a la mujer como joven, de gran belleza y con un traje largo blanco que podemos interpretarlo como la pureza. 


En el fondo de la sombría alameda había visto agitarse una cosa blanca que flotó un momento y desapareció en la oscuridad. La orla del traje de una mujer, de una mujer que había cruzado el sendero y se ocultaba entre el follaje...
...
Aquella cosa blanca, ligera, flotante, había vuelto a brillar ante sus ojos, pero había brillado a sus pies un instante, no más que un instante. Era un rayo de luna, un rayo de luna que penetraba a intervalos por entre la verde bóveda de los árboles cundo el viento movía sus ramas.
...
- ¡ La gloria! ... La gloria es un rayo de luna.



Como en las leyendas anteriores, existe un personaje femenino secundario por su poca aparición en la obra:  la madre de Manrique, un personaje centrado en la felicidad y el bienestar de su hijo.


- ¿Dónde está Manrique, dónde está vuestro señor? - preguntaba algunas veces su madre.
...
- Tú eres joven, tú eres hermoso - le decía aquella;- ¿por qué te consumes en la soledad? ¿ Por qué no buscas una mujer a quien ames, y que amándote pueda hacerte feliz?


Zaira García Mora 4º ESO B

Los personajes femeninos en las leyendas de Bécquer

En el fragmento de El Monte De Las Ánimas, encontramos un personaje femenino que sería Beatriz,  prima de Alonso: 

- Hermosa prima, tu ignoras cuanto sucede en este país. Refrena tu yegua, yo también pondré la mía al paso. - Dijo Alonso -. Todos juntos siguieron a beatriz. Ella seguía con los ojos, absorta en un vago pensamiento, los caprichos de la llama. Beatriz hizo un gesto de fria indiferencia. El acento que ella pronunció estas palabras turnó un momento al joven. Beatriz se mordió ligeramente los labios y extendió la mano para tomar la joya sin añadir una palabra. Una sonrisa se dibujo en los labios de ella. Adiós Beatriz adiós..  Hasta pronto. La media noche estaba a punto de sonar y beatriz se retiró a su oratorio. Ella oyó entre sueños las vibraciones de la campana. Beatriz lanzó un grito agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría,  escondió la cabeza y contuvo el aliento. Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. La encontraron inmóvil, crispada, desencajados los ojos, entreabierta la boca, blanco los labios, rígidos los miembros, muerta; ¡muerta de horror!


En el fragmento de Maese Pérez, El Organist, nos encontramos a varios personajes femeninos. Una de las más importantes sería la hija de Maese Pérez, una maestra muy tímida y miedosa, que por la muerte de su padre ahora va a un convento. 


La hija de Mease Pérez abrió con la mano temblorosa. Y En ese momento sonó el órgano y al mismo tiempo un grito de la hija de maese Pérez.

Tambien hay otros personajes pero que no tienen tanta importancia en la leyenda como la hija del organista;  se trata de la abadesa del convento de Santa Inés, la demandaera o Doña Baltasara.

En el Rayo De Luna hay un personaje femenino que llama bastante la atención, ya que lo que parece una mujer, resulta ser un rayo de luna. Los otros dos personajes femeninos no son muy importantes:  son la madre de Manrique y su mujer (mujer de Manrique).  

Noelia Mudarra Molina de 4°B

Elementos fantásticos en las leyendas de Bécquer

Las Leyendas de Bécquer se caracterizan por tener hechos naturales, sobrenaturales o una mezcla de ellos con elementos fantásticos.

Los elementos fantásticos son bastante comunes en las leyendas, por ejemplo habla de las almas de los difuntos, aparecen cosas sobrenaturales como huellas de esqueletos, también habla sobre espíritus, mujeres misteriosas, hadas, campanillas, fantasmas, hechos que ocurren misteriosamente, rayos de luna…etc.

Cuenta historias utilizando estos elementos, imagina verlos o también hace algunas comparaciones con ellos.


Fragmentos:

"Dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las animas de los muertos, corren como en una cacería fantástica, al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de esqueletos."


"Mentiras todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo."


"Creía que en el fondo de las ondas del río, entre los musgos, vivían unas mujeres misteriosas, hadas, sílfides u ondinas."


"Era un rayo de luna, un rayo de luna que penetraba a intervalos por entre la verde bóveda de los árboles cuando el viento movía sus ramas"

Celia Cámara Ortiz 4ºB

El tiempo en las Leyendas de Bécquer

El tiempo en las leyendas de Bécquer se puede relacionar de distintas maneras. En una de ellas, se ven reflejadas palabras como mañana, esta tarde, por la noche o por la mañana que hacen referencia a este tipo. También podemos encontrar otro tipo de tiempo como la hora u horarios.

EL MONTE DE LAS ÁNIMAS

La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria.

Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cazeria fantástica por entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el Monte de las Ánimas, y por eso he querido salir de él antes que cierre la noche.

-Tal vez por la pompa de la corte francesa; donde hasta aquí has vivido. Se apresuró a añadir el joven-. De un modo o de otro, presiento que no tardaré en perderte… Al separarnos, quisiera que llevases una memoria mía… ¿Te acuerdas cuando fuimos al templo a dar gracias a Dios por haberte devuelto la salud que viniste a buscar a esta tierra? El joyel que sujetaba la pluma de mi gorra cautivó tu atención. ¡Qué hermoso estaría sujetando un velo sobre tu oscura cabellera!

-Adiós Beatriz, adiós… Hasta pronto.

A los pocos minutos se oyó el rumor de un caballo que se alejaba al galope. La hermosa, con una radiante expresión de orgullo satisfecho que coloreó sus mejillas, prestó atento oído a aquel rumor que se debilitaba, que se perdía, que se desvaneció por último.

Había pasado una hora, dos, tres; la media noche estaba a punto de sonar, y Beatriz se retiró a su oratorio. Alonso no volvía, no volvía, cuando en menos de una hora pudiera haberlo hecho.

MAESE PÉREZ, EL ORGANISTA

En fin, ¿para qué que tengo de ponderarle lo que esta noche oirá? Baste el ver cómo todo lo más florido de Sevilla, hasta el mismo señor arzobispo, vienen a un humilde convento para escucharle; y no se crea que sólo la gente sabida y a la que se le alcanza esto de la solfa conocen su mérito, sino hasta el populacho. Todas esas bandadas que veis llegar con teas encendidas entonando villancicos con gritos desaforados al compás de los panderos, las sonajas y las zambombas, contra su costumbre, que es la de alborotar las iglesias, callan como muertos cuando ponen maese Pérez las manos en el órgano… Y cuando alzan…, cuando alzan no se siente.

Para todo el mundo es esta noche Nochebuena, pero para nadie mejor que para nosotros.

EL RAYO DE LUNA

Algunas veces llegaba su delirio hasta el punto de quedarse una noche entera mirando a la luna, que flotaba en el cielo entre un vapor de plata, o a las estrellas que temblaban a lo lejos como los cambiantes de las piedras preciosas. En aquellas largas noches de poético insomnio.

Pablo Fernández Calero 4º B

Los personajes masculinos en las leyendas de Bécquer


Los personajes masculinos en "Las leyendas" de Bécquer se caracterizan por ser muy valientes, apuestos, y hacer cualquier cosa para complacer a sus amadas. Esto lo podemos encontrar en la leyenda "El Monte de las Ánimas" donde podemos destacar a Alonso, uno de los protagonistas y primo de Beatriz; este caballero antepone el amor a su propia vida:


Al decir esta última frase, la recargó de un modo tan especial, que Alfonso no pudo menos de comprender toda su amarga ironía, movida como por un resorte se puso de pie, se pasó la mano por la frente, como para arrancarse el miedo que estaba en su cabeza y no en su corazón, y con voz firme exclamó, dirigiéndose a la hermosa, que estaba aún inclinada sobre el hogar entreteniéndose en revolver el fuego:
-Adiós Beatriz,adiós...Hasta pronto.
-¡Alonso! ¡Alonso! -dijo esta,volviéndose con rapidez;pero cuando quiso o aparentó querer detenerle,el joven había desaparecido.


Además, Alfonso es un joven cazador que parece enamorarse en secreto de su prima. Él muere por las ánimas de unos soldados muertos cuando iba en busca de una prenda que su prima había perdido.

También podemos encontrar personajes como Maese Pérez de la leyenda "Maese Pérez, el organista", uno de los protagonistas, este es un pobre organista viejo, humilde y cuidadoso:

De las otras comunidades, puedo decir que le han hecho a Maese Pérez proposiciones magníficas; verdad que nada tiene de extraño, pues hasta el señor arzobispo le ha ofrecido montes de oro por llevarle a la catedral... Pero él, nada... Primero dejaría la vida que abandonar su órgano favorito... ¿No conocéis a maese Pérez? Verdad es que sois nueva en el barrio... Pues es un santo varón; pobre, sí, pero limosnero cual no otro... Sin más parientes que su hija ni más amigo que su órgano, pasa su vida entera en velar por la inocencia de la una: y componer los registros del otro... ¡Cuidado que el órgano es viejo!... Pues nada, él se da tal maña en arreglarlo y cuidarlo, que suena que es una maravilla... Como le conoce de tal modo, que a tientas... porque no sé si os lo he dicho, pero el pobre señor es ciego de nacimiento... Y ¡con qué paciencia lleva su desgracia!... Cuando le preguntan que cuánto daría por ver, responde: Mucho, pero no tanto como creéis, porque tengo esperanzas. —¿Esperanzas de ver? —Sí, y muy pronto —añade sonriéndose como un ángel—; ya cuento setenta y seis años; por muy larga que sea mi vida, pronto veré a Dios...



Éste ama su órgano,que lo toca hasta el día de su muerte.


-¡Maese Pérez está aquí!... ¡Maese Pérez está aquí!...
A estas voces de los que estaban apiñados en la puerta, todo el mundo volvió la cara.
Maese Pérez, pálido y desencajado, entraba en efecto en la iglesia, conducido en un sillón, que todos se disputaban el honor de llevar en sus hombros.


En la leyenda "Rayo de Luna" podemos encontrar a Manrique, uno de los personajes principales que a su vez era un joven noble, poeta, solitario y soñador:


En efecto, Manrique amaba la soledad, y la amaba de tal modo, que algunas veces hubiera deseado no tener sombra, porque su sombra no le siguiese a todas partes.
Amaba la soledad, porque en su seno, dando rienda suelta a la imaginación, forjaba un mundo fantástico, habitado por extrañas creaciones, hijas de sus delirios y sus ensueños de poeta, tanto, que nunca le habían satisfecho las formas en que pudiera encerrar sus pensamientos, y nunca los había encerrado al escribirlos.
Creía que entre las rojas ascuas del hogar habitaban espíritus de fuego de mil colores, que corrían como insectos de oro a lo largo de los troncos encendidos, o danzaban en una luminosa ronda de chispas en la cúspide de las llamas, y se pasaba las horas muertas sentado en un escabel junto a la alta chimenea gótica, inmóvil y con los ojos fijos en la lumbre.

Noble medio loco que amaba la soledad. Un día se enamoró de un rayo de luna que él creyó que era una mujer y la anduvo buscando mucho tiempo, hasta que se dio cuenta que dicha mujer no existía y volvió a la cordura:


Habían pasado algunos años. Manrique, sentado en un sitial junto a la alta chimenea gótica de su castillo, inmóvil casi y con una mirada vaga e inquieta como la de un idiota, apenas prestaba atención ni a las caricias de su madre, ni a los consuelos de sus servidores.
-Tú eres joven, tú eres hermoso -le decía aquélla;- ¿por qué te consumes en la soledad? ¿Por qué no buscas una mujer a quien ames, y que amándote pueda hacerte feliz?
-¡El amor!... El amor es un rayo de luna -murmuraba el joven.
-¿Por qué no despertáis de ese letargo? -le decía uno de sus escuderos;- os vestís de hierro de pies a cabeza, mandáis desplegar al aire vuestro pendón de ricohombre, y marchamos a la guerra: en la guerra se encuentra la gloria.
-¡La gloria!... La gloria es un rayo de luna.


Georgiana Mihoc 4º B.

lunes, 27 de enero de 2020

LOS LUGARES EN LAS LEYENDAS DE BÉCQUER

Los lugares en las leyendas de Bécquer son muy representativos ya que gracias a ellos nos dan información de dónde se encuentran personas u objetos en cada momento. Podemos encontrar algunos ejemplos de lugares (El Monte de las Ánimas, Sevilla, la iglesia de Sevilla…)

El monte de las Ánimas está situado a las afueras de Soria y a orillas del Duero. Es un lugar bastante tenebroso, y en él se rendían los frutos de ese paraje para recaudar fondos con los que decir misas por las almas de los difuntos, de ahí el nombre del Monte. Había muchísimos cadáveres y lobos salvajes.

Cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman espantados ,los lobos aúllan ,las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el Monte de las Ánimas, y por eso he querido salir de él antes de que cierre la noche. 

La iglesia de Sevilla proviene de la leyenda ¨Maese Pérez, el Organista¨ Esta iglesia es el lugar donde Maese Pérez era el organista. La iglesia era uno de los monumentos mas importantes y bonitos y donde también se realizaron varias actividades donde había casi siempre buen ambiente y la gente disfrutaba yendo.

La Iglesia estaba iluminada con una profusión asombrosa. El torrente de luz que se desprendía de los altares para llenar sus ámbitos chispeaba en los ricos joyeles de las damas, que, arrodillándose sobre los cojines de terciopelo que tendían los pajes y tomando el libro de oraciones de manos de las dueñas, vinieron a formar un brillante círculo alrededor de la verja del presbítero. Junto a aquella verja, de pie, envueltos en sus capas de color galoneadas de oro, dejando entrever con estudiado descuido las encomiendas rojas y verdes, en la mano el fieltro,cuyas plumas besaban los tapices; la otra sobre los bruñidos gavilanes del estoque o gran parte de lo mejor de la nobleza sevillana, parecían formar un muro, destinado a defender a sus hijas y a sus esposas del contacto de la plebe. Ésta, que se agitaba en el fondo de las naves, cn un rumor parecido al del mar cuando se alborota prorrumpió en una aclamación de júbilo, acompañada del discordante sonido de las sonajas y los panderos, al mirar al arzobispo, el cual, después de sentarse junto al altar mayor bao un solio de grana que rodearon sus familiares,echó por tres veces la bendición al pueblo.


Pablo Rodríguez 4ºB

La imagen de la mujer en las Leyendas de Bécquer

En "El monte de las ánimas" aparece la mujer como Beatriz, una persona con una gran belleza, pero fría e indiferente, que no muestra sus sentimientos. Es una persona orgullosa y arrogante. Ella aprovecha el cariño de su primo para enviarlo al monte a buscar su banda perdida.

"Beatriz hizo un gesto de fría indiferencia; todo un carácter de mujer se reveló en aquella desdeñosa contracción de sus delgados labios."
"La hermosa, con una radiante expresión de orgullo satisfecho que coloreó sus mejillas..."
Además, pretendía convencerse a sí misma de ser mejor y mas valiente que los demás
"¡Bah, -exclamó, volviendo a recostar su hermosa cabeza sobre la almohada de raso azul del lecho-; ¿soy yo tan miedosa como esas pobres gentes, cuyo corazón palpita de terror bajo una armadura, al oir una conseja de aparecidos?


Sin embargo, en "Maese Pérez, el organista", la hija del protagonista sufre la muerte de su padre y no oculta su sufrimiento.

"...mientras su hija, arrodillada a sus pies, le llamaba en vano entre suspiros y sollozos."
"El horror había helado la sangre de mis venas; sentía en mi cuerpo como un frío glacial, y en mis sienes, fuego"



En "El Rayo de Luna", el protagonista Manrique, ve a la mujer como un ser ideal. Para él, todas las mujeres tienen alguna razón para amarlas. Lo más curioso de esto, es que la mujer que aparece en la leyenda no es más que producto de la imaginación del protagonista, quien, habiéndola visto una sola vez, hace de ella una mujer perfecta, la mujer que él quiere amar:

"Amaba a todas las mujeres en un instante: a esta porque era rubia, a aquella porque tenía los labios rojos, a la otra porque se cimbreaba al andar como un junco."
"¡Qué mujeres tan hermosas serán las mujeres de esas regiones luminosas, y yo no podré verlas, y yo no podré amarlas!... ¿Cómo será su hermosura? ¿Cómo será su amor?"
"Y esa mujer, que es hermosa como el más hermoso de mis sueños de adolescente, que piensa como yo pienso, que gusta como yo gusto..."


 Clara Oria Ruiz 4ºB

Los personajes femeninos en las Leyendas de Bécquer


En estas tres leyendas de Bécquer los personajes femeninos se destacan por su gran belleza, refleja también el sentimiento de sufrimiento de ellas y su orgullo que está por encima de todo, mostrando indiferencia por algunos sucesos que en realidad les quitan el sueño, como ocurre en "El monte de las animas", cuando Beatriz reta a su primo a salir al monte la noche de todos los santos en busca de la banda azul que él le regaló a ella: 

-¡Oh! Eso de ningún modo. ¡Que locura! ¡Ir ahora al monte por semejante friolera! ¡Una noche tan oscura, noche de difuntos, y cuajado el camino de lobos! 

Al ver que su primo se marcha y no había vuelta atrás, se pasa toda la noche en vela y con sentimiento de culpa al ver que él no aparece, que por desgracia acaba con un trágico final, el primo aparece a la mañana siguiente muerto. 

En la leyenda "Maese Pérez, el organista" el personaje femenino que destacaría sería a su hija la cual muestra respeto por el trabajo de su padre y se ve incapaz de reemplazarlo tras su muerte, hasta que una Nochebuena se decide a tocar el órgano en la misa del gallo:
-Tengo… miedo -exclamó la joven con un acento profundamente conmovido. -¡Miedo! ¿De qué? -No sé…, de una cosa sobrenatural… anoche, mirad, vine al coro… sola…. Abrí la puerta que conduce a la tribuna… En el reloj de la catedral sonaban en aquel momento una hora no se cual… Pero las campanas eran tristísimas y muchas…, muchas…, estuvieron sonando todo el tiempo que yo permanecí como clavada en el dintel, y aquel tiempo me pareció un siglo.

Ella demuestra que es el espíritu de su padre el que sigue tocando y él que intento reemplazarle la anterior vez era un farsante. 

En la última leyenda "el rayo de luna" la mujer es representada por un rayo de luna, de la cual Manrique, que es el protagonista, se enamora locamente de ella, y la persigue a todos lados por las noches, hasta que descubre que ella era un rayo de luna y esta le hizo enloquecer.

Desde mi punto de vista, pienso que la descripción de los personajes femeninos estaba muy idealizada ya que los cánones de belleza eran muy estrictos. 

 Isabel RodrÍguez Vílchez 4º ESO B