En estas tres leyendas de Bécquer los personajes femeninos se destacan por su gran belleza, refleja también el sentimiento de sufrimiento de ellas y su orgullo que está por encima de todo, mostrando indiferencia por algunos sucesos que en realidad les quitan el sueño, como ocurre en "El monte de las animas", cuando Beatriz reta a su primo a salir al monte la noche de todos los santos en busca de la banda azul que él le regaló a ella:
-¡Oh! Eso de ningún modo. ¡Que locura! ¡Ir ahora al monte por semejante friolera! ¡Una noche tan oscura, noche de difuntos, y cuajado el camino de lobos!
Al ver que su primo se marcha y no había vuelta atrás, se pasa toda la noche en vela y con sentimiento de culpa al ver que él no aparece, que por desgracia acaba con un trágico final, el primo aparece a la mañana siguiente muerto.
En la leyenda "Maese Pérez, el organista" el personaje femenino que destacaría sería a su hija la cual muestra respeto por el trabajo de su padre y se ve incapaz de reemplazarlo tras su muerte, hasta que una Nochebuena se decide a tocar el órgano en la misa del gallo:
-Tengo… miedo -exclamó la joven con un acento profundamente conmovido. -¡Miedo! ¿De qué? -No sé…, de una cosa sobrenatural… anoche, mirad, vine al coro… sola…. Abrí la puerta que conduce a la tribuna… En el reloj de la catedral sonaban en aquel momento una hora no se cual… Pero las campanas eran tristísimas y muchas…, muchas…, estuvieron sonando todo el tiempo que yo permanecí como clavada en el dintel, y aquel tiempo me pareció un siglo.
Ella demuestra que es el espíritu de su padre el que sigue tocando y él que intento reemplazarle la anterior vez era un farsante.
En la última leyenda "el rayo de luna" la mujer es representada por un rayo de luna, de la cual Manrique, que es el protagonista, se enamora locamente de ella, y la persigue a todos lados por las noches, hasta que descubre que ella era un rayo de luna y esta le hizo enloquecer.
Desde mi punto de vista, pienso que la descripción de los personajes femeninos estaba muy idealizada ya que los cánones de belleza eran muy estrictos.
Isabel RodrÍguez Vílchez 4º ESO B
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