En el fragmento de El Monte De Las Ánimas, encontramos un personaje femenino que sería Beatriz, prima de Alonso:
- Hermosa prima, tu ignoras cuanto sucede en este país. Refrena tu yegua, yo también pondré la mía al paso. - Dijo Alonso -. Todos juntos siguieron a beatriz. Ella seguía con los ojos, absorta en un vago pensamiento, los caprichos de la llama. Beatriz hizo un gesto de fria indiferencia. El acento que ella pronunció estas palabras turnó un momento al joven. Beatriz se mordió ligeramente los labios y extendió la mano para tomar la joya sin añadir una palabra. Una sonrisa se dibujo en los labios de ella. Adiós Beatriz adiós.. Hasta pronto. La media noche estaba a punto de sonar y beatriz se retiró a su oratorio. Ella oyó entre sueños las vibraciones de la campana. Beatriz lanzó un grito agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría, escondió la cabeza y contuvo el aliento. Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. La encontraron inmóvil, crispada, desencajados los ojos, entreabierta la boca, blanco los labios, rígidos los miembros, muerta; ¡muerta de horror!
En el fragmento de Maese Pérez, El Organist, nos encontramos a varios personajes femeninos. Una de las más importantes sería la hija de Maese Pérez, una maestra muy tímida y miedosa, que por la muerte de su padre ahora va a un convento.
- Hermosa prima, tu ignoras cuanto sucede en este país. Refrena tu yegua, yo también pondré la mía al paso. - Dijo Alonso -. Todos juntos siguieron a beatriz. Ella seguía con los ojos, absorta en un vago pensamiento, los caprichos de la llama. Beatriz hizo un gesto de fria indiferencia. El acento que ella pronunció estas palabras turnó un momento al joven. Beatriz se mordió ligeramente los labios y extendió la mano para tomar la joya sin añadir una palabra. Una sonrisa se dibujo en los labios de ella. Adiós Beatriz adiós.. Hasta pronto. La media noche estaba a punto de sonar y beatriz se retiró a su oratorio. Ella oyó entre sueños las vibraciones de la campana. Beatriz lanzó un grito agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría, escondió la cabeza y contuvo el aliento. Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. La encontraron inmóvil, crispada, desencajados los ojos, entreabierta la boca, blanco los labios, rígidos los miembros, muerta; ¡muerta de horror!
En el fragmento de Maese Pérez, El Organist, nos encontramos a varios personajes femeninos. Una de las más importantes sería la hija de Maese Pérez, una maestra muy tímida y miedosa, que por la muerte de su padre ahora va a un convento.
La hija de Mease Pérez abrió con la mano temblorosa. Y En ese momento sonó el órgano y al mismo tiempo un grito de la hija de maese Pérez.
Tambien hay otros personajes pero que no tienen tanta importancia en la leyenda como la hija del organista; se trata de la abadesa del convento de Santa Inés, la demandaera o Doña Baltasara.
En el Rayo De Luna hay un personaje femenino que llama bastante la atención, ya que lo que parece una mujer, resulta ser un rayo de luna. Los otros dos personajes femeninos no son muy importantes: son la madre de Manrique y su mujer (mujer de Manrique).
Noelia Mudarra Molina de 4°B
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