Los personajes femeninos en las "Las Leyendas" de Bécquer, están caracterizadas por su gran belleza, aunque también presentan elementos negativos como la crueldad, el capricho, a traición, los celos… Esto lo podemos ver reflejado en la leyenda "El Monte de las Ánimas", en la que podemos destacar a Beatriz, una de las protagonistas y prima de Alonso, su primo y también protagonista. Beatriz es una mujer joven muy hermosa, sobre todo para los ojos de su primo:
Solo dos personas parecían ajenas a la conversación… Alonso miraba el reflejo de la hoguera chispear en las azules pupilas de Beatriz.
-Hermosa prima- exclamó al fin Alonso...
También es una mujer fría, egoísta y caprichosa, piensa solo en sí misma y se aprovecha del cariño que le tiene Alonso, enviándolo con mucha crueldad al monte la misma noche en la que ocurre el mito que tanto asusta a su primo.
Beatriz hizo un gesto de fría indiferencia; todo un carácter de mujer se reveló en aquella desdeñosa contracción de sus delgados labios.
El acento helado con que Beatriz pronunció estas palabras turbó un momento al joven.
-¡Alonso! ¡Alonso!- dijo ésta, volviéndose con rapidez; pero cuando quiso o aparentó querer detenerle, el joven había desaparecido.
También hay otros personajes femeninos no tan negativos en otras leyendas. En "Maese Pérez, El Organista" hay varios personajes femeninos, siendo una de las más importantes la hija de Maese Pérez (Maese Pérez es el protagonista de la leyenda), una maestra de órgano bastante tímida, insegura y miedosa, que tras la muerte de su padre se une a un convento.
El horror había helado la sangre de mis venas...Entonces quise gritar, pero no pude.
La priora fue a ocupar su sillón en el coro...La hija de maese Pérez abrió con mano temblorosa…
Comenzó la Misa y prosiguió...En aquel momento sonó el órgano, y al mismo tiempo que el órgano un grito de la hija de maese Pérez. Además tenemos a otros personajes como la demandadera, la abadesa del convento de Santa Inés o Doña Baltasara, las cuales aparecen en la leyenda, pero no tienen tanta presencia como la hija del organista, y tampoco tienen mucha importancia con respecto a otros personajes como Maese Pérez (a partir de toda esta información podríamos considerarlas personajes secundarios dentro de la trama).
La priora fue a ocupar su sillón en el coro...La hija de maese Pérez abrió con mano temblorosa…
Comenzó la Misa y prosiguió...En aquel momento sonó el órgano, y al mismo tiempo que el órgano un grito de la hija de maese Pérez. Además tenemos a otros personajes como la demandadera, la abadesa del convento de Santa Inés o Doña Baltasara, las cuales aparecen en la leyenda, pero no tienen tanta presencia como la hija del organista, y tampoco tienen mucha importancia con respecto a otros personajes como Maese Pérez (a partir de toda esta información podríamos considerarlas personajes secundarios dentro de la trama).
Había transcurrido un año más. La abadesa del convento de Santa Inés y la hija de maese Pérez hablaron en voz baja.
-¿Qué quiere usarced, mi señora doña Baltasara?-decía la una- yo soy de este...
En Sevilla, en el mismo atrio de Santa Inés...oí esta tradición a una demandadera
En "El Rayo de Luna", nos encontramos con un personaje femenino que me ha llamado mucho la atención con respecto a los demás, se trata de la mujer hermosa que acaba siendo un rayo de luna, de la cuál hablaremos posteriormente.
Los personajes femeninos en esta leyenda son únicamente dos: la madre de Manrique y la mujer que Manrique se encuentra por la noche, de la cual se enamora.
La madre de Manrique, no aparece mucho tiempo en la trama (personaje secundario).
-¿Dónde está Manrique, dónde está vuestro señor?-preguntaba algunas veces su madre.
-Tú eres joven, tú eres hermoso-le decía aquella-¿por qué te consumes en la soledad?...
La mujer que se encuentra Manrique es el personaje femenino más importante de la leyenda. Además es un personaje muy simple y a la vez muy complejo en mi opinión, esto es debido a que es un personaje muy simple e imaginario de Manrique (una mujer hermosa con el pelo largo, un vestido blanco…), pero a la vez es muy complejo, porque hace de Manrique un personaje totalmente redondo (hace cambiar totalmente la actitud y visión de la vida a Manrique), cuando Manrique descubre que esa mujer de la que se había enamorado, simplemente era un rayo de luna.
Había visto flotar un instante y desaparecer el extremo del traje blanco, del traje blanco de la mujer de sus sueños, de la mujer que ya amaba como un loco.
Era un rayo de luna, un rayo de luna que penetraba a intervalos por entre la verde bóveda de los árboles cuando el viento movía sus ramas.
-¡La gloria!...La gloria es un rayo de luna-.
Juan Carlos Vílchez Sánchez 4º ESO A
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