domingo, 20 de abril de 2014

La fuerza de la sangre

En la estructura de esta novela la protagonista experimenta tres desmayos de los cuales dos de ellos tienen mucha importancia, situado uno al principio de la novela y otro al final.

El primer desmayo se produce cuando Rodolfo, un caballero de sangre ilustre de la misma ciudad que Leocadia, iba caminando con sus amigos y se encontró con la familia de Leocadia, al quedar maravillado por la gran belleza del rostro de Leocadia decide secuestrarla. Rodolfo ayudado por sus amigos puso su plan en marcha, desenvainaron las espadas, le taparon los rostros a la familia de Leocadia y Rodolfo la cogió en brazos, ella tras este susto tan inesperado se desmayó en los brazos de su secuestrador.

“Arremetió Rodolfo con Leocadia, y cogiéndola en brazos, dio a huir con ella, la cual no tuvo fuerzas para defenderse , y el sobresalto le quitó la voz para quejarse, y aun la luz de los ojos, pues, desmayada y sin sentido, ni vio quién la llevaba, ni adónde la llevaban.”

Rodolfo la llevó a su casa, la metió en su habitación y cumplió su deseo, es decir, le robó su mejor prenda, su virginidad. Un instante después Leocadia se despertó de su desmayo y empezó a decir cosas como:

“¿ Adónde estoy, desdichada? ¿ Qué oscuridad es ésta , qué tinieblas me rodean?
¿ Estoy en el limbo de mi inocencia o en el infierno de mis culpas?
Atrevido mancebo, que de poca edad hacen tus hechos que te juzgue, yo te perdono la ofensa que me has hecho con sólo que me prometas y jures que, como la has cubierto con esta oscuridad , la cubrirás con perpetuo silencio sin decirla a nadie.”

Ella descubrió que estaba en el lecho donde había perdido su honra junto al responsable de ese acto, es decir, Rodolfo, además estaba entre sus brazos. Momentos después Rodolfo despareció y la dejó sola en su dormitorio, ella estuvo paseando por la habitación donde tomó un crucifijo que había encima del escritorio hasta que volvió Rodolfo y la llevó hasta la plaza para que ella pudiera volver sola a casa.

El segundo desmayo se produce como hemos dicho anteriormente al final de la obra. Después de este acto que hemos comentado Leocadia queda embarazada. Un día casualmente cuando Leocadia ya había dado a luz y su hijo tenía en torno a unos siete años, este fue a hacer un recado y un pilló un coche de caballos, con tanta casualidad que su abuelo paterno, es decir, el padre de Rodolfo lo llevó a su casa y llamó al cirujano, sin saber que era su nieto. Cuando el hijo de Leocadia ya estaba recuperado, ella les contó a los padres de Rodolfo el suceso acaecido hace no mucho tiempo, sus padres le enviaron una carta a Nápoles para que volviera y en no muchos días ya estaba de vuelta Rodolfo. Llegó la noche en la que iban a cenar los padres de Rodolfo, él, Leocadia y algunos amigos, salió Leocadia con su hijo e iba preciosa, todos quedaron maravillados de su belleza.

“ Venía vestida, por ser invierno, de una saya entera de terciopelo negro, llovida de botones de oro y perlas, cintura y collar de diamantes”
“ Era Leocadia de gentil disposición y brío; traía de la mano a su hijo y delante della venían dos doncellas, alumbrándola con dos velas de cera en dos candeleros de plata”
“ Ninguno de los que allí estaban embebecidos mirándola parece que, de atónitos, no acertaron a decirle palabra".

Cuando ella se sentó en la mesa y vio a Rodolfo de cerca su cabeza se llenó de miedos y se desmayó otra vez. Al despertar descubrió que como en el desmayo anterior se encontraba entre los brazos de Rodolfo pero esta vez con la honra recuperada.

“ Cuando yo recordé y volví en mí de otro desmayo, me hallé ,señor, en vuestros brazos sin honra; pero yo lo doy por bien empleado, pues , al volver del que ahora he tenido, asimismo me hallé en los brazos de entonces, pero honrada”

También cabe destacar un suceso que está situado hacia la mitad de la obra y da inicio al proceso de restauración de la honra de Leocadia.
Este es cuando Leocadia descubre que está embarazada, esta decide permanecer en casa de sus padres hasta que se produzca el parto, después de dar a luz llevó a su hijo a una aldea y al cabo de cuatro años volvió con el nombre de sobrino.
“ Vio que le convenía vivir retirada y escondida, porque se sintió preñada”
“ Con el mismo recato y secreto que había nacido, le llevaron a una aldea, donde se crió cuatro años, al cabo de los cuales, con nombre de sobrino, le trujo su abuela a su casa, donde se criaba, si no muy rica, a lo menos muy virtuosamente”

Después de esto se produce lo que hemos comentado anteriormente, Luis, que así se llama el hijo de Leocadia crece, va un día a entregar un recado a casa de una parienta de su abuela, lo atropella un coche de caballos y en ese momento lo recoge su abuelo materno lo lleva a su casa, y después Leocadia habla con sus suegros del asunto que ellos no sabían, hasta que finalmente al final de la obra Leocadia se encuentra con Rodolfo se enamoran y dejan una gran descendencia en Toledo.

Isabel del Río Hervás ( 1º BACH A)

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