El final

En El perro del Hortelano, podemos encontrar la presencia del honor concebido como una fuerza superior que se superpone a los deseos de los personajes y los obliga a actuar conforme a unas normas preestablecidas. 

Dentro del comportamiento de los personajes, influye mucho el pensamiento que se tenia en esta época, de conservar su honor a toda costa. Este comportamiento estaba condicionado a lo que las personas de su alrededor pudiesen pensar acerca de esto.

Fragmento de la importancia del honor para Diana:
 

DIANA: Mil veces he advertido en la belleza,   

gracia y entendimiento de Teodoro,

que, a no ser desigual a mi decoro,

estimara su ingenio y gentileza. 

Es el amor común naturaleza;

mas yo tengo mi honor por más tesoro,

que los respetos de quien soy adoro, 

y aun el pensarlo tengo por bajeza.

La envidia bien sé yo que ha de quedarme;

que si la suelen dar bienes ajenos,

bien tengo de que pueda lamentarme,

porque quisiera yo que, por lo menos,

Teodoro fuera más, para igualarme,

o yo, para igualarle, fuera menos.

Un ejemplo claro de la importancia del honor y con el que puede relacionarse el final de la obra es el que nos muestra Lope, cuando  gracias a la patraña inventada por Tristán, Teodoro consigue ser un hombre de valor y honor. A consecuencia de esto Diana y Teodoro deciden casarse, ya que supuestamente los dos se encuentran en la misma condición social.

 

La actitud que nos muestra Lope al final de la obra es irónica, ya que tras habernos mostrado unos valores sociales y morales característicos de la época, en la obra podemos observar que la propia enamorada Diana, encarnación del honor y la nobleza, al conocer la mentira que conlleva a su felicidad, no sólo la acepta, sino que está dispuesta a hacer todo lo posible para guardar el secreto y que nunca nadie sepa la verdad.

Podemos ver un claro ejemplo en este fragmento:

DIANA:Discreto y necio has andado:

discreto en que tu nobleza 

me has mostrado en declararte;

necio en pensar que lo sea 

en dejarme de casar, 

pues he hallado a tu bajeza

el color que yo quería;

que el gusto no está en grandezas, 

sino en ajustarse al alma

aquello que se desea.

Yo me he de casar contigo;

y porque Tristán no pueda

decir aqueste secreto,

hoy haré que cuando duerma,

en ese pozo de casa

le sepulten.

El Perro del Hortelano de Lope de Vega, es una comedia que puede considerarse como una parodia del típico final feliz, ya que de una forma u otra el autor se ríe 

de sus personajes y caracteriza e interpreta humorísticamente a escenas, personajes y situaciones, mediante la alusión irónica.

Además el mundo que recrea Lope en las comedias es un mundo de finales felices idealizados, pero que captan lo cotidiano.

María y Rocío Rubio Torres (1º Bach C)