miércoles, 29 de mayo de 2013

El honor y las apariencias

En la obra de Lope de Vega "El Perro del Hortelano" podemos apreciar claramente la importancia que tenia el honor y guardar las apariencias para
los 
personajes ya que la sociedad era la que decidía la honra del individuo.

Por ello lo primordial era parecer decente y en ocasiones esto implicaba renunciar a tus deseos y sentimientos por guardar las apariencias y defender tu honor.

El claro ejemplo del libro es que la condesa Diana debe renunciar a su amado Teodoro ya que el no era mas que un simple lacayo y casarse con un pretendiente mas digno con respecto a su titulo.

Conversación entre Anarda y Diana donde expresa la estima de su honor

"DIANA: La vergüenza me acobarda,
que de mi propio valor
tengo: no diré su nombre;
basta que sepas que es hombre
que puede infamar mi honor."

"ANARDA: Si Pasifé quiso un toro,
Semíramis un caballo,
y otras los monstruos que callo
por no infamar su decoro,
¿qué ofensa te puede hacer
querer hombre, sea quien fuere?"

"DIANA: Quien quiere puede, si quiere,
como quiso, aborrecer.
Esto es lo mejor: yo quiero
no querer."

"ANARDA: ¿Podrás?"

"DIANA: Podré;
que si cuando quise amé,
no amar en queriendo espero."
La única opción que Diana tiene de estar junto a Teodoro es que o el sea noble o ella fuese lacaya ya que en la época las bodas solo podían darse entre personas de la misma posición social.

Reflexión de Diana sobre lo imposible de su amor:

DIANA: Mil veces he advertido en la belleza,
gracia y entendimiento de Teodoro,
que a no ser desigual a mi decoro,
estimara su ingenio y gentileza.
Es el amor común naturaleza;
mas yo tengo mi honor por más tesoro,
que los respetos de quien soy adoro,
y aun el pensarlo tengo por bajeza.
La envidia bien sé yo que ha de quedarme;
que si la suelen dar bienes ajenos,
bien tengo de que pueda lamentarme,
porque quisiera yo que, por lo menos,
Teodoro fuera más, para igualarme,
o yo, para igualarle, fuera menos."

Para Teodoro en principio era impensable que su verdadero amor la condesa Diana le correspondiera ya que el no era mas que un sirviente suyo sin sangre noble. Pero a medida que se van desarrollando los acontecimientos va dejando de lado tanta cortesía y empieza a tratar a la condesa de una forma mas cercana aunque aun no se atreve a hacer publico su amor, por ella para no dañar su honor.

Para Ricardo y Federico la condesa debe casarse con uno de los dos ya que son de sangre noble y por tanto son unos dignos pretendientes aunque ella no este realmente enamorada de ninguno de ellos.

Tristán es el más inteligente y audaz de la novela y es el que pone un poco de cordura en la mente de su amo Teodoro. Para el, el amor entre su amo y la condesa Diana es imposible a menos que los dos estén en el mismo nivel social y para ello inventa que su amo es el hijo perdido del conde Ludovico de igual nombre para así aumentar su nobleza y poder casarse con la condesa .

Anarda la sirvienta de la condesa Diana es la mas libre en cuanto al tema del honor y las relaciones sociales ya que ella intenta convencer a la condesa de que se casa con quien ella de verdad quiere sin importar su clase.

Los demás sirvientes saben bien cual es su lugar y con quien deben de estar y este es el que la sociedad le ha establecido lacayos con lacayos y nobles con nobles.
Francisco Tomás y Jose Luis Valdivia (1ºC)

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