sábado, 18 de mayo de 2013

Realismo Mágico


Los siguientes elementos son las características del realismo mágico, en obras pertenecientes a otros géneros pueden presentarse características similares.
 
  •   Contenido de elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los personajes como parte de la "normalidad".
  • Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero (por lo regular) nunca explicados. 
  • Presencia de lo sensorial como parte de la percepción de la realidad. 
  • Se puede apreciar en el contenido de la novela, representaciones de mitos y leyendas que por lo general son latinoamericanas. 
  • Contiene multiplicidad de narradores (combina primera, segunda y tercera persona), con el fin de darle distintos puntos de vista a una misma idea y mayor complejidad al texto. 
  • El tiempo es percibido como cíclico, no como lineal, según tradiciones disociadas de la racionalidad moderna. 
  • Se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al pasado. 
  • Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias "sobrenaturales" o "fantásticas". 
  • Preocupación estilística, partícipe de una visión "estética" de la vida que no excluye la experiencia de lo real. 
  • El fenómeno de la muerte es tenido en cuenta, es decir, los personajes pueden morir y luego volver a vivir. 
  • Planos de realidad y fantasía: hay hechos de la realidad cotidiana combinándose con el mundo irreal, fantástico, del autor, con un final inesperado o ambiguo. 
  • Escenarios americanos: en mayoría ubicados en los niveles más duros y crudos de la pobreza y marginalidad social, espacios dónde la concepción mágica, mítica, aún es "vida real". 
  • El autor se encuadra fuera de la realidad representada. 
  • Literatura para lectores cultivados, no es popular.
 
En la obra de Laura Esquivel ''Como Agua Para Chocolate'', podemos observar características del realismo mágico.
Se observa en el primer capítulo de Como Agua Para Chocolate, ella menciona que "Tita fue literalmente empujada a este mundo por un torrente de impresionante de lágrimas que se desbordaron sobre la mesa y el piso de la cocina." y que Gertrudis incendió la ducha por el calor de su cuerpo: "las gotas que caían de la regadera no alcanzaban a tocarle el cuerpo: se evaporaban antes de rozarla siquiera. El calor que despedía su cuerpo era tan intenso que las maderas empezaron a tronar y arder". Esquivel también compara a Tita con un buñuelo cociéndose en el horno cuando vio por primera vez a Pedro. Cuando Mamá Elena le dice a Tita que no puede casarse con el 'amor de su vida', la manera en la cual la autora lo escribe es muy realista, pero al mismo tiempo, el factor mágico ocurre cuando Pedro decide casarse con Rosaura, la hermana mayor de Tita.
Otro elemento de la novela que demuestra realismo mágico es la preparación de las recetas de Tita, que tienen la habilidad de cambiar la emoción de los otros personajes y afectar la manera en que actúan.
Aparecen escenarios americanos durante toda la obra ya que se desarrolla en Latinoamérica.
Aparición de los fantasmas de Nacha y Mamá Elena.
Sucesos fantásticos como el final cuando Pedro y Tita celebran que pueden estar por fin juntos.
Un ejemplo más, podemos encontrarlo en la analogía que se hace entre los cerillos y el amor, esto es cuando se dice que el amor son como cerillos que deben encenderse uno por uno, ya que una fuerte emoción podría causar un desastre. Esto, en teoría, suena lógico, lo irreal lo encontramos, cuando al final de la historia, Tita y Pedro en su acto de amor, "se incendian" causando la muerte de Pedro y el suicidio de Tita.

Almudena Balboa Valero (4ºC)

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