sábado, 24 de mayo de 2014

Aún recuerdo el momento en el que mi entrenador de fútbol me dijo que jugábamos en la liga comarcal de Jaén. En este momento yo era todavía muy pequeño, y estaba en la categoría infantil junto a 12 amigos, por lo que formábamos un equipo muy completo.
Todo parecía normal aquellos días, en los que mis compañeros de equipo y yo íbamos a entrenar al fútbol y sobre todo a pasarlo bien, cuando de repente el míster nos llamo a todos y nos comentó que íbamos a disputar algunos partidos. 
Todos estábamos ilusionados, pero yo creo que era el que más estaba, ya que era mi primer partido, por lo cual me puse muy nervioso. Ese día estuve muy inquieto pensando en el partido.
Los días anteriores del partido todo fueron prisas, preparamos jugadas ensayadas, aprendimos una nueva forma de jugar para intentar ganar el encuentro… e incluso tuve que comprarme unas espinilleras, ya que es un reglamento de este deporte para evitar cualquier lesión. Ya estaba todo listo para el gran día.
Cuando llegó el ansiado día, todos estábamos puntuales en la parada de autobuses para emprender el viaje a Jaén a jugar contra Fuconsa. Durante el camino todo fueron risas y gracias, unos escuchaban música, otros chateaban con el móvil, otros dormían… por lo que el viaje se me hizo muy corto, fue un rato agradable rodeado de mis amigos. Pero cuando estábamos llegando al recinto deportivo todo cambió. De repente, íbamos tan tranquilos cuando se escuchó un ruido, y era un pinchazo en la rueda del autobús, pero lo peor fue que  un compañero se puso malo, tenía fiebre y el entrenador tuvo que darle una pastilla para que se recuperara y pudiera jugar, aunque finalmente se mejoró y pudo disputar  el partido.
El partido iba a comenzar y yo salí de titular, aunque empezó mal porque nos marcaron un gol nada más empezar; todo se arregló, gracias al compañerismo de todos y nuestro esfuerzo por ganar. Finalmente acabamos ganando 1-3 y todos saltábamos de alegría.
Más tarde, cuando regresamos a nuestro pueblo, hicimos una fiesta entre todos para celebrar la victoria y pasamos un rato muy agradable, tras una larga noche de juerga nos fuimos a descansar porque la temporada continuaba con más partidos y más sorpresas.
Pero con lo que me quedo, es con el buen rollo del equipo donde todos éramos amigos y nos apoyábamos unos a otros. Siempre confiando unos en los otros.

Fran Rubio Torres 1ºBach A

No hay comentarios:

Publicar un comentario