sábado, 24 de mayo de 2014

Una experiencia única.

Era una noche fría en Huelma, yo me encontraba en mi sillón frente a la chimenea; escuché los pasos de mi padre y me di la vuelta para la ver lo
que quería. Estaba mi tío al teléfono y me dijo que quería proponerme algo; cogí el móvil y empecé a hablar con él y me invitó a ver el Granada - At.Madrid, y no desaproveché dicha ocasión para ver el gran partido que se presentaba.
Acabé el instituto, cogí mi camiseta y mi bufanda y puse rumbo a Granada. Allí me esperaban mis primos y mi tío, nos fuimos para el estadio con toda la afición del Granada, cantando por las calles para ayudar al equipo a intentar ganar el encuentro que era de vital importancia. El recibimiento fue bastante caluroso, los jugadores se encontraban grabando la llegada al estadio desde sus teléfonos móviles, no daban crédito a lo que veían. 
Entramos al estadio y los jugadores empezaron a calentar sobre el terreno de juego. Transcurrido un periodo de tiempo, los jugadores ingresaron en el túnel de vestuarios para ponerse la camiseta y escuchar al entrenador. Entonces, se levantó todo el estadio de sus asientos, bufandas y banderas ondeaban al viento, salieron los jugadores y comenzamos a cantar el himno. No había visto otra cosa igual en mi vida, todos cantábamos a más no poder, fue único, no se puede explicar con palabras hay que vivirlo, comenzó el partido y....

                                                      Rafa Martínez García 1º Bachiller A

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