sábado, 24 de mayo de 2014

Un país unido por el deporte


Recuerdo perfectamente aquel verano, en el cual se disputaba el mundial de fútbol. La Roja ganaba y ganaba partido tras partido, todos los españoles teníamos la esperanza puesta en nuestra selección.
Un día que jugaba contra Alemania, mi padre y yo estábamos en casa viendo el partido y yo, personalmente que no es que el fútbol sea mi deporte de mayor devoción, lo vi como un Madrid-Barça. Desde ese día los partidos que nunca me pierdo son los de nuestra selección, porque no hay diferencias, ya seas merengue o azulgrana, ambos apoyamos al mismo equipo.
En este verano vi a todos los españoles más unidos que nunca y las banderas de nuestro país ondeaban en los balcones como si fuesen las sábanas de la cama que nuestras madres ponen a tender para que se sequen al Sol.
Sola estaba la calle aquella tarde, madridistas, culés, colchoneros, entre otros unidos en casas, cocheras o incluso en la puerta de las casas como es mi caso, que recuerdo como todos los vecinos nos juntamos para ver aquel evento tan deseado por todos los españoles: LA FINAL DEL MUNDIAL en la cual la Roja se enfrentaba contra Holanda.
Los nervios de todos estaban a flor de piel cuando aquella mano de "San Iker" sacó de bajo los palos el balón que podría haber hecho que todas nuestras esperanzas se perdiesen. Llegó la jugada clave del partido en la que Andrés Iniesta sin ángulo alguno lanzó a portería y…¡MARCÓ!
Marcó y todos los españoles estallaron de alegría en aquel momento, todo era perfecto, ni madridistas ni culés estaban enfrentados ya, ahora éramos un equipo unido y este equipo había ganado, ambos saltábamos de alegría.
La calle solitaria pasó a ser un desfile de españoles con banderas, camisetas de la selección, bufandas y coches pitando, sin que la fiesta en la que aquello se había convertido cesara.

DANIEL BAYONA JUSTICIA 1º BACH. A

No hay comentarios:

Publicar un comentario